Un comité de expertos de 18 miembros de las Naciones Unidas que vigila el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño, aunque sin autoridad ejecutiva, acusó ayer al Vaticano exigiéndole que denuncie a la policía a todos los miembros del clero culpables de abusos sexuales, apartándolos de sus funciones.
El comité incursionó en otros temas candentes y recomendó también a la Iglesia que cambie su posición acerca del aborto, los anticonceptivos, la prevención del SIDA y la discriminación de los homosexuales.
El Vaticano reaccionó “con sorpresa” por las conclusiones de los expertos de la ONU. El embajador en Ginebra, monseñor Silvano Tomasi, dijo que la Santa Sede estudiaría las recomendaciones, pero agregó además que el informe era distorsionado, injusto, tendencioso y que respondía a una ideologización detrás de la cual estaban grupos defensores de los derechos homosexuales.
Monseñor Tomasi afirmó que el informe “no hace un buen servicio a la ONU porque busca cambiar las enseñanzas no negociables de la Santa Sede”.
La jurista noruega Kirsten Sandberg, presidenta del Comité, declaró en una conferencia de prensa que “esperamos que el Papa y la Santa Sede sigan estas recomendaciones para proteger a las víctimas y compensarlas”.
El informe fue publicado un mes después de la audiencia celebrada en Ginebra en el que la delegación del Vaticano, encabezada por monseñor Tomasi, fue interrogada por los 18 expertos.
“Han violado la Convención porque no han hecho todo lo suficiente para cumplir con su compromiso de erradicar la pedofilia”, dijo la presidenta Sandberg.
El documento señala su “profunda inquietud por los abusos sexuales contra niños cometidos por miembros de las iglesias católicas que operan bajo la autoridad de la Santa Sede” y que conciernen “a decenas de miles de niños en todo el mundo”.
“El Comité está muy preocupado de que la Santa Sede no haya reconocido la amplitud de los crímenes cometidos, no haya tomado las medidas apropiadas para afrontar los casos de pedofilia y proteger a los niños, y haya adoptado políticas y prácticas que han propiciado la continuación de los abusos y la impunidad de los autores”, agregó en sus conclusiones el grupo internacional de trabajo.
Los expertos de las Naciones Unidas, en la crítica más dura a la actitud de la Iglesia frente al drama de los pederastas abusadores, enfoca una cuestión muy delicada: ¿Cuál es la jurisdicción de la Santa Sede en relación con las iglesias particulares? El Vaticano sostiene que sus poderes se limitan al pequeño Estado donde viven muy pocos niños. Del resto deben responder las diócesis de cada país.
Pero la cuestión registra un arduo debate jurídico sobre todo en Estados Unidos. El informe de la ONU critica la política de cambiar de parroquia a los sacerdotes pederastas, una práctica que considera como un intento de encubrir los crímenes y evitar que sean procesados por las autoridades civiles.
A veces esos cambios han incluído países diferentes, como Cuba o México y Estados Unidos.
El Comité señaló asimismo que el Vaticano implantó un “código del silencio” bajo la amenaza de la excomunión.
También criticó el recurso “a medidas disciplinarias que han permitido a la mayoría de los autores y a casi todos los que encubrieron los abusos de niños a escapar de la justicia de los países donde se cometieron los crímenes”.
El Papa Francisco creó en diciembre una comisión en defensa de los derechos de los niños que debe anunciar medidas contra los abusadores y normas estrictas de control por parte de los obispos.
Los expertos también hicieron recomendaciones que escandalizaron a la Iglesia, como pedir que se modifique la ley canónica para permitir el aborto por parte de menores. El organismo también pidió a la Santa Sede asegurar la educación sexual y el acceso a la información sobre anticonceptivos y prevención del SIDA, que deberían ser obligatorias en las escuelas católicas.
Además pidió políticas contra la discriminación hacia los homosexuales.
El embajador del Vaticano, monseñor Tomasi, respondió en una entrevista a la radio Vaticana que “la Santa Sede defiende la Convención de los Derechos Del Niño, que en su preámbulo señala la defensa de la vida y la protección de los niños antes y después del nacimiento. Es una contradición, una posición muy incorrecta, recomendar a la Santa Sede que cambie su posición sobre el aborto. El Vaticano no puede cambiar sus enseñanzas no negociables”.
Monseñor Tomasi dijo que el Comité internacional “no ha aferrado a fondo la naturaleza y la función de la Santa Sede”.
Pese al diálogo de hace un mes, el informe parece no haber tenido en cuenta las posiciones del Vaticano. El enfoque del Comité refleja, según los dichos del representante de la Santa Sede, que “han reforzado una línea ideológica organizaciones no gubernamentales que tienen intereses sobre la homosexualidad, el matrimonio gay y otras cuestiones”.
Fuente clarin.com
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