martes, 4 de febrero de 2014

Más pruebas complican a Boudou


Finalizó la feria judicial y tanto el juez del caso Ciccone, Ariel Lijo, como el fiscal, Jorge Di Lello, tienen previsto avanzar hacia nuevas instancias jurídicas que podrían complicar al vicepresidente de la Nación, Amado Boudou. Hoy había sido citado a declarar en Uruguay ante el juez en lo Penal Especializado en Crimen Organizado del 1° Turno de Montevideo, Néstor Valetti, el empresario Alejandro Vandenbroele, supuesto testaferro de Boudou, aunque finalmente no se presentó
En este contexto, una investigación que publicó el diario La Nación afirma que existen tres cartas documento que perjudican aún más al vicepresidente. Las envió Guillermo Reinwick, el yerno de uno de los fundadores de la compañía, a Vandenbroele y fueron ratificadas ante la Justicia, donde se aludió al "robo" de la empresa.
De acuerdo a lo que informa La Nación, Vandenbroele lo había invitado a reunirse para contarle sus últimos movimientos como presidente de The Old Fund y de la ex Ciccone. Pero la réplica de Reinwick fue lapidaria: "No tengo nada que ver con las sociedades que menciona, por lo que no entiendo qué información me quiere dar", lo cruzó. Y remató: "La misma debe dársela a sus mandantes, los señores Amado Boudou y José María Núñez Carmona".
La última carta documento fue enviada en junio de 2012. Antes, Reinwick le había exigido a Vandenbroele que le aclarara si había afirmado ante la Justicia que actuaba "siguiendo -presuntas- expresas directivas" suyas y, de ser así, que le precisara "si posee documentación que avale las presuntas directivas emanadas del suscripto".
La trama que desembocó en la citación de Vandenbroele en Uruguay comenzó en abril de 2012 a partir de una investigación de la Unidad de Información y Análisis (UIAF) dependiente del Banco Central local (BCU), que consideró sospechoso un abultado movimiento de dinero, realizado en favor de la Compañía de Valores Sudamericana (el nombre que tomó Ciccone) por la empresa Dusbel S.A., que nunca antes había transferido importes mayores a los 10 mil dólares.
Interesado en la conexión que en Uruguay tendría la nueva Ciccone Calcográfica, el BCU hizo la denuncia para que la justicia indague a Vandenbroele.
Así, en octubre pasado el juez Valetti envió un exhorto a la justicia argentina para que ésta le comunique a Vandenbroele que debía comparecer ante su par uruguaya; y mandó a congelar las cuentas de la firma Dusbel S.A., constituida por el contador uruguayo Fernando Castagno Schickendantz (junto a su secretaria, Janine Gómez Suárez), quien en agosto de 2010 se la vendió al estudio uruguayo Belhot González Lerena (BGL), que luego le vendió la sociedad a un estudio argentino, del que hasta el momento no se tuvo información.
Según pudo averiguar entonces este diario, en el departamento de Delitos Económicos, dependiente de Interpol, Castagno no está siendo investigado, ni tampoco lo fue antes, por operaciones de lavado de dinero.
Si bien Castagno podría haber comprado una empresa constituida por él mismo, las fuentes consultadas dicen que él es conocido por constituir sociedades y que es poco probable que haya comprado alguna de ellas.
La gran cuestión, entonces, es saber cuál fue el estudio argentino que le compró a BGL Dusbel S.A. y a quién este estudio le vendió la empresa. Este seguramente será unos de los puntos que el magistrado uruguayo le preguntará a Vandenbroele, si es que éste finalmente acude a la citación. El tema se sigue con atención desde Buenos Aires.
Fuente clarin.com

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