miércoles, 5 de febrero de 2014

Tras el discurso presidencial, docentes salen a pedir 61% de aumento


El fuerte reto de ayer de Cristina Kirchner a los gremios funcionó exactamente al revés de como pretendía la Presidenta. Es que en vez de suavizar sus reclamos los sindicalistas se encaminan a profundizarlos. Es el caso, por ejemplo, de los cuatro gremios docentes que integran la CGT oficialista. Apenas Cristina terminó su discurso, esos sindicatos salieron a exigir que el salario del maestro de grado inicial sin antigüedad sea elevado de los actuales $3.416 a $5.500, lo que significa un incremento del 61%.
Los cuatro gremios (UDA, AMET, CEA y SADOP) plantearon su reclamo a través de un comunicado de prensa que llevaba el logo de la CGT. En el texto los maestros advirtieron: “Comprendiendo la gravedad de esta coyuntura es que los gremios seremos prudentes pero inflexibles a la hora de defender el salario del trabajador de la educación”.
En el comunicado también se declararon en “estado de alerta ante la falta de convocatoria” a la paritaria por parte del Gobierno y subrayaron que en caso de que sus reclamos no sean atendidos “convocaremos a nuestros cuerpos orgánicos para la disposición de un plan de lucha que afecte sensiblemente el inicio de clases”.
Una de las broncas de los gremios docentes es que a tres semanas del comienzo del ciclo lectivo el Gobierno aún no los convocó oficialmente para la negociación paritaria. En la paritaria nacional se fija el salario mínimo del maestro inicial de grado sin antigüedad para todo el país. Después, en cada provincia los gremios docentes negocian sus aumentos salariales. Por lo general se toma el aumento obtenido en la paritaria nacional como referencia.
El problema es que ante la falta de acuerdo con los gremios docentes, en los dos últimos años la administración de Cristina Kirchner fijó unilateralmente, es decir por decreto, la suba para los maestros. En los gremios docentes, inclusive en CTERA, que forma parte de la CTA K, vislumbran que este año otra vez les darán la suba por decreto.
Una versión que circula en los gremios con insistencia es que el Gobierno en vez de otorgar un porcentaje de aumento para todo el año podría fijar el pago de una suma para los 900.000 docentes que hay en todo el país. Esa suma permitiría patear la discusión paritaria para dentro de unos meses, cuando el horizonte inflacionario esté más claro.
“No es una barbaridad reclamar un sueldo de $5.500. Barbaridad es que un maestro cobre $3.416”, dijeron anoche en un gremio docente que integra la CGT que conduce Antonio Caló. Y agregaron: “Algunos en el Gobierno hablan de una suba del 25% en tres tramos. Así, en la primera parte el aumento sería del 8%, es decir unos $270. ¿Cómo podríamos aceptar eso? Nos comen las bases”.
En los sindicatos docentes aclararon a Clarín que antes de distribuir su comunicado habían “informado” de su contenido a la conducción cegetista.
Anoche en la CGT se especulaba con que el Gobierno conocía de antemano el reclamo que harían los maestros. Y que por eso Cristina tuvo esa reacción contra Caló.
Fuente clarin.com

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