"Puedo reconocer a los 'playboys' que me pegaron. Todos eran fuertes, un estilo 'Bradock'(se refiere a un personaje de películas de acción de Chuck Norris). Todo el tiempo decían que me iban a matar, que me iban a llevar al morro y me iban a 'picar'. Yo solo pienso que si no son castigados, esto puede suceder de nuevo con otras personas, como mi hermano", relató el adolescente de 15 años -su identidad se mantiene en reserva- agredido en Flamengo, Río de Janeiro.
En la noche del 31 de enero, una banda "justiciera" decidió castigar su crimen. Según confesó luego ante los oficiales de policía, había robado un teléfono celular. Los capturaron y comenzaron a golpearlo y torturarlo. Después de tajearlo con machetes, lo abandonaron sobre la avenida Rui Barbosa. Una traba de bicicleta alrededor del cuello lo mantenía atado a un poste de luz. Estaba desnudo y sangrando.
Policía: "Son dos crímenes que están siendo investigados"
Lo denunció horas después una mujer,Yvonne Bezerra de Mello, quien fue alertada por un amigo que vio al joven al regresar de una reunión con amigos. Acudió al lugar, llamó a los bomberos para que serrucharan la traba, y avisó a la policía. Pronto llegó una ambulancia que trasladó al joven a un hospital.
Pero la mujer hizo algo más: le tomó una foto y la publicó en su página de Facebook. La imagen hizo estallar el caso en la prensa brasileña y desató un escándalo: mientras algunos apañan la justicia por mano propia con métodos salvajes, otros defienden a ultranza los derechos del ladrón ultrajado.
"Estamos investigando las dos cosas, tanto la agresión absurda como también los crímenes que él pueda haber cometido", señaló la delegada policial Monique Vidal. "Una cosa no justifica la otra. Son dos crímenes que están siendo investigados. Sería importante que las personas que fueron víctimas del adolescente también comparezcan en la delegación para realizar el reconocimiento", sugirió.
Fuente infobae.com
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