miércoles, 5 de febrero de 2014

Los préstamos personales y las tarjetas ya cuestan 80%

La mercadería está, los precios no. Un local de la cadena Rodó en Boedo al 1000, ayer por la tarde, con los productos exhibidos pero sin precios ni financiación a la vista/EMMANUEL FERNÁNDEZ
Los créditos personales y el financiamiento con las tarjetas de crédito tienen un costo financiero total mayor al 80%. La suba en las tasas que en las últimas semanas impulsó el Banco Central encareció las líneas de consumo. El salto en el costo total de los préstamos fue 18 puntos porcentuales en menos de una semana.
Las tasas se encarecieron entre 3 y 10 puntos porcentuales dependiendo la entidad y tanto para el uso de tarjetas de crédito como para préstamos personales se ubica en 50%. Eso elevó el costo financiero total (que incluye además de los intereses los cargos de seguro de vida, el IVA y una tasa municipal) por encima del 80% cuando hace unos 10 días era 68%.
Por ejemplo, quien se disponga a pedir un préstamo de $10.000 a 12 meses en el Banco Santander deberá afrontar una tasa nominal anual (TNA) de 50% y un costo financiero total (CFT) de 84,2%. En el caso del Francés esos montos serán 49% y 83,2% respectivamente. En el ICBC 48% y 86%, el HSBC 51% y 85%, el Citi 49% y 83,2% y el Galicia 52% y 88,9%.
Desde las entidades sostienen que el ajuste que el Banco Central realizó sobre las tasas que ofrece en la licitación de letras se trasladó a la Badlar, una tasa que el mercado utiliza como referencia. Desde mediados de enero hasta ayer, subió 10 puntos porcentuales. Ayer, el Central elevó la tasa de las LEBAC a 90 días de 25,5% a 28,8%. De esta manera, la autoridad monetaria logró sacar $11.391 millones del mercado para evitar que esos pesos fueran a parar al dólar.
Ante tan fuerte ajuste, muchos bancos congelaron de manera momentánea el otorgamiento de nuevos créditos y acortaron los plazos.
También casas de electrodomésticos (ver aparte). “La discusión pasa por qué tasa dar en las distintas líneas. Es que el Banco Central está subiendo las tasas todas las semanas, algo que era esperable porque durante mucho tiempo las mantuvo congeladas”, explican en una entidad líder. “Hasta que la autoridad monetaria no termine de subir la tasa de referencia, es difícil establecer una tasa fija, por eso tuvimos que limitar los plazos y por ahora preferimos no dar nuevos créditos por un horizonte mayor a 12 meses”.
El problema es que muchas entidades aprovecharon la suba que impulsa el BCRA para aplicar incrementos mayores. Sostienen que para poder seguir prestando a tasa fija, en un contexto de elevada inflación y de incertidumbre sobre que pasará con el costo de financiamiento, tienen que aplicar un incremento adicional a modo de “cobertura”.
“Cuando un banco presta a tasa fija no hay manera de reacomodar los montos prestados una vez que la línea fue otorgada, entonces en un contexto tan cambiante como el actual tenemos que subir las tasas de manera desmedida porque no sabemos en un mes cuánto nos cuesta a los bancos fondearnos con los plazos fijos”, explican en otra entidad. “Esto ya lo vivimos en 2002 cuando las tasas saltaron al 100% porque no se sabía en el corto plazo hasta donde se iba a encarecer el fondeo”, agrega la fuente consultada.
El costo de usar la tarjeta de crédito también se encareció. La tasa nominal anual que se paga por financiarse con los plásticos pasó del 45% al 48% mientras que el costo financiero total se ubica por encima del 81%. Pero ese incremento fue acompañado, a su vez, por un acortamiento de las cuotas sin interés.
“Hoy no es momento de endeudarse en pesos. Mucho menos a un plazo mayor a un año. Hasta noviembre del año pasado era negocio, porque la inflación te licuaba las tasas fijas. Pero ahora el costo del crédito va camino a encarecerse por encima de la inflación”, explicó a este diario el economista jefe de un banco.
Fuente clarin.com

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