HONG KONG (AFP).- Policías y manifestantes se enfrentaron este domingo en las calles de Hong Kong, a las que se lanzaron decenas de miles de personas reclamando a Pekín mayores libertades políticas, por lo que el centro de la ciudad quedó casi por completo bloqueado.
La campaña de desobediencia civil es cada vez más intensa en la ex colonia británica devuelta a China en 1997.
Los hongkoneses protestan, en particular, contra la decisión de Pekín de limitar el sufragio universal.
La policía lanzó gases lacrimógenos, algo inusual en el enclave, contra los manifestantes prodemocracia, lo que provocó un intenso humo. Los opositores, por su parte, invadieron y paralizaron una importante arteria céntrica clave para la circulación.
"¡Es una cuestión de vida o muerte!", afirmó Chan Kin-man, cofundador de Occupy Central, la organización prodemocracia más relevante.
"No tenemos armas hasta ahora, no hubo una advertencia en cuanto a que lanzarían gases lacrimógenos", explicó a la agencia AFP Harry Hung. "Es increíble, se trata de una manifestación pacífica y la policía emplea la violencia", agregó Jade Wong, otro manifestante.
Éstos protestan contra la voluntad de Pekín de seguir controlando estrechamente la elección de los líderes de este territorio, que goza de más libertades políticas que el resto de China.
En medio de las nubes de gas, muchos manifestantes gritaban: "¡Qué vergüenza!", constataron periodistas de la AFP.
En un primer momento, los agentes echaron mano de gas pimienta para dispersar a los manifestantes, que abarrotaron una de las principales avenidas de la ciudad tras saltarse un cordón policial.
Los manifestantes lograron paralizar el tráfico en la avenida Connaught Road, una de las principales de la ciudad, y se dirigieron al edificio que alberga al gobierno y al Consejo legislativo, frente al cual hay manifestantes acampando desde el viernes.
El gobierno chino manifestó su apoyo a las autoridades de Hong Kong y advirtió que se opone a "toda actividad ilegal que pueda minar el imperio de la ley y poner en peligro la tranquilidad social".
Occupy Central, factor clave. El calibre de la movilización de este domingo se debe en buena medida a la decisión de Occupy Central, la organización más visible del movimiento prodemocracia, de adelantar una operación de protesta, prevista en principio a partir del 1º de octubre.
La principal demanda de estos activistas es que los hongkoneses puedan elegir por sufragio universal al jefe del gobierno local, no necesariamente sometido a las órdenes de Pekín.
El gobierno central anunció en agosto que la próxima elección del líder hongkonés, en 2017, tendrá lugar por sufragio universal, pero que sólo podrán presentarse dos o tres candidatos aprobados por un comité leal a Pekín.
Occupy Central reclama "la retirada" de esta decisión y "una reactivación del proceso de reformas políticas".
"Exigimos que el gobierno [local] de Leung Chun-ying presente al gobierno central un nuevo informe sobre reformas políticas, que refleje plenamente las aspiraciones a la democracia del pueblo de Hong Kong", dijo Occupy.
"Nuestro objetivo es poner de rodillas al gobierno", afirmó uno de los líderes estudiantiles, Wong Hon-leung.
El jefe del ejecutivo hongkonés, Leung Chun-ying, respondió afirmando en conferencia de prensa que su equipo está "decidido a oponerse a las acciones ilegales de ocupación llevadas a cabo por Occupy Central".
Esta organización, dirigida por dos profesores de universidad y un sacerdote, amenazaba con paralizar a partir del 1 de octubre el barrio de negocios Central, emblema del poderío de esta importante plaza financiera.
Pero ante la movilización estudiantil ha decidido mover ficha antes, y ha pedido a sus militantes que se unan a la manifestación.
La diputada prodemocracia Claudia Mo declaró que cinco personas fueron detenidas, entre ellas tres de sus colegas del consejo legislativo, por haber intentado llevar altavoces a la manifestación celebrada el sábado frente a éste.
Previamente, la policía dijo que detuvo a 74 personas.
Los manifestantes que protestan frente al edificio del gobierno y el poder legislativo parecen estar preparándose para una protesta larga.
Por el momento han instalado puestos de primeros auxilios y bidones para la basura reciclable, y están distribuyendo gratuitamente ropa de protección, agua y bocadillos.
Fuente gacetamercantil.com
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