El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, perdió a lo largo de un mes tres ministros, siete secretarios, ocho subsecretarios y más de media docena de directores.
Un total de 25 funcionarios lo abandonaron por decisión propia en medio de su cambio de referencia política, al pasarse desde el kirchnerismo al massista Frente Renovador.
Según un informe publicado por el diario “Río Negro”, el mandatario, en su pelea por el poder local con el senador nacional Miguel Pichetto, sufrió renuncias que dejaron desiertas áreas centrales, como Educación, Medio Ambiente, Fruticultura y Derechos Humanos, como también, Defensa Civil.
A la situación del peronismo local debe sumársele que la Iglesia también critica el accionar del Estado. Un documento firmado por los tres obispos de Río Negro, Marcelo Cuenca (Alto Valle), Juan José Chaparro (Bariloche) y Esteban Laxague (Viedma) así lo hizo.
Los referentes de la Iglesia Católica dijeron que los "desencuentros al interior del mismo gobierno que impiden gestionar de forma dinámica, internas y alianzas que se formalizan y se quiebran dando la imagen ante el pueblo rionegrino de primar más los intereses personales o de grupo que el bien de la mayoría".
"Urgimos a quienes nos gobiernan que reconstruyan en el marco constitucional todas las instancias previstas para el bien de los habitantes de esta provincia tan rica de posibilidades. A cada funcionario le pedimos que privilegie su vocación de servicio hacia la comunidad antes que sus intereses personales y partidarios", finalizaron.
Fuente gacetamercantil.com
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