En un año, el costo de la canasta básica de una familia tipo porteña de matrimonio joven con 2 hijos menores y que es propietaria de la vivienda, aumentó el 39,3%, según la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.
Con este incremento, en julio, el valor de la canasta ascendió a9.022,29 pesos mensuales. Y si la familia debe pagar un alquiler modesto el costo llega a $ 11.148,64.
Así, el valor diario de la canasta total de los que tienen vivienda propia ascendió a $ 300,74 y para los que alquilan a $ 371,62. Este monto no incluye servicio doméstico, transporte ni educación ni medicina privada. Y supone que alimentos y ropa representan el 55% de la canasta total.
El incremento de la canasta, de casi el 40%, supera los aumentos salariales obtenidos tanto por los empleados públicos y privados como por los jubilados.
Se estima entonces una caída del poder adquisitivo de las familias de hasta el 10%, lo que se refleja en las menores ventas en supermercados y distintos negocios (ver esta misma página).
Según el INDEC, con datos del primer trimestre, en la mitad de los hogares porteños el ingreso total familiar era inferior a los 10.000 pesos mensuales. A julio, se calcula que el 40% de las familias no cubriría el gasto total básico.
En cuanto a los alimentos registraron una suba de 40,1%, liderada por la carne, cereales y legumbres. El gasto en este rubro pasó a absorber casi el 45% del gasto familiar.
En tanto, incrementos muy superiores tuvieron varios rubros de servicios públicos: 90% el transporte público (subte y colectivo), 114% el gas y 133% el agua, mientras la electricidad siguió con la tarifa congelada.
A su vez, la dirección de Estadística porteña considera que los gastos en salud son bajos.
Básicamente, los medicamentos, porque considera que la familia tienecobertura de la obra social o del hospital público.
Otro rubro de fuerte peso en el gasto es la indumentaria que marcó un alza del 45%.
Y similar porcentaje aumentaron los gastos en artículos de limpieza.
En el caso de un matrimonio adulto, sin hijos, ambos inactivos y propietarios de la vivienda, el costo de la canasta a julio fue de 4.524,61 pesos, un valor que supera 64 % el haber jubilatorio mínimo. Y aún si ambos cónyuges perciben jubilación y/o pensión mínima, en caso de ser inquilinos, podrían únicamente cubrir el gasto familiar mínimo. Solo podrían afrontar los gastos totales si son propietarios de la vivienda.
En peor situación están los que perciben pensiones no contributivas que equivalen al 70% del haber previsional mínimo.
Desde fines de 2008, ya concretada la “intervención” al Area de Precios del INDEC, la Dirección porteña elaboró un “sistema de canastas de consumo” de la Ciudad.
Esas canastas se diseñaron con “el método de las necesidades básicas generalmente utilizado para estimar las líneas de pobreza” y “siguiendo el criterio de que a igual contribución nutricional se escogió el producto de menor costo”.
En cambio, desde el año pasado, el INDEC dejó de difundir los valores de las canastas básicas por lo que no hay medición oficial nacional ni de indigencia ni de pobreza. Mediciones alternativas, como las de la UCA o la CGT, ubican la pobreza en torno del 30% de la población, con picos más altos en el conurbano y el norte argentino.
Fuente clarin.com
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