lunes, 7 de abril de 2014

El misterioso secuestro narco que terminó en un asesinato


Caro, quieren 30 lucas. Fijate si la podés juntar”, le dijo por celular el martes 11 de marzo, cerca de las 22.30, Carlos Dante Leal (56), a su ex mujer, Carolina Vergara (33). Fue antes de que le sacaran el teléfono y uno de sus secuestradores ratificara la exigencia: “Queremos $ 30 mil, juntá toda la plata, ya te vamos a volver a llamar ”.
Una hora antes, dos hombres con chalecos de la Policía de Córdoba se habían llevado cautivo a “El Dante” o “el Colorado”, como lo conocían en barrio San Vicente –en el corazón de la seccional quinta, la Zona Roja del narcotráfico cordobés–. Cinco horas después, a las 2.30 de la madrugada del miércoles, apareció su cadáver en la Bajada de Piedra, en barrio Bajo Pueyrredón, a unas 20 cuadras de su casa.
El cuerpo estaba maniatado con alambre.
Tenía un balazo calibre 11.25 en cada muslo. Estaba muy golpeado, vestido con la camiseta de Chacarita, una bermuda negra y sólo una zapatilla. Una de los tiros le perforó la arteria femoral y murió desangrado. Detrás de este crimen se esconde una trama de celos y traiciones.
“Estábamos con ‘El Dante’ afuera, en la vereda, porque lo habían metido preso a un sobrino y él estaba llamando a su hermana para avisarle, cuando dos tipos que dijeron ser policías nos metieron para adentro”, le contó a Clarín Pablo Silva, uno de los testigos del secuestro. Leal era un dealer minorista que había sido condenado a cuatro años de prisión–cumplió ocho meses– y que en 2010 había denunciado a los jefes de la División Drogas Peligrosas de inventar un procedimiento y plantarle droga (ver “Un testigo clave...).
“Viejo, salí tranquilo y no hagas quilombo”, le dijo uno de los dos presuntos policías de civil de Drogas Peligrosas, con chalecos antibalas de la Fuerza, que lo sacaron de su casa de Matheu y Pedernera, a pocas cuadras del cementerio San Vicente, en el este de la capital cordobesa.
Ni bien “allanaron” la vivienda, los dos secuestradores le exigieron a Leal: “ ¿Dónde está la guita y la droga?
”. Mientras, requisaron la proopiedad y les apuntaron a la víctima, a su ex esposa y a su amigo. La mujer le dijo a Clarín: “Yo no vi a nadie más, pero afuera aparentemente, había otros dos tipos”.
Los delincuentes cargaron al “Colorado” en el Peugeot 307 gris de Carolina (aún no lo encontraron) y huyeron. En realidad, ese auto es de la actual pareja de la mujer. Una hora después fue la primera comunicación telefónica desde el teléfono de Leal, exigiendo el pago de un rescate. Se sucedieron otras tres, pero hablaron con Gladis Leal, su hermana.
Una hora antes del secuestro, en la vereda de la casa vecina, fue detenido un sobrino de Leal. La Policía le encontró un juego de ganzúas. “Creemos que fue una trampa para hacerlo salir al ‘Dante’, para que no se resistiera y así llevárselo.
Estaba retirado, no tenía plata ni para abrir el kiosquito ”, detalló alguien del círculo íntimo familiar.
Sin embargo, el fiscal federal Gustavo Vidal Lascano y el jefe de Delitos Complejos, comisario mayor Ariel Avila, sospechan que el sobrino preso era en realidad el objetivo de los secuestradores. Como no lo encontraron, se llevaron a su tío para negociar.
Es que ese mismo martes al mediodía, en la misma zona ocurrió otro narcosecuestro por el que se habrían pagado $ 20 mil de rescate. “No tenemos denuncia de ese hecho, como sucede habitualmente. Pero tenemos información que actuó un Fiat Duna rojo”, confió una fuente a Clarín.
“La banda de Fabián”, un grupo narco que secuestra a otros dealers para copar el mercado, se moviliza en un auto de esas características. Y hasta una semana antes mantenía relación con Leal: “Hará unos diez días, un Toyota Corolla claro llegó y un cana de Drogas le dice al Dante:’“Venimos a buscar la guita’. Eso le contó ‘El Dante’ al Fabián”, deslizó un íntimo de la víctima. Y agregó: “Este mismo tipo, le dice: ‘Entregámelo al ‘Meteoro’, el marido de la Carolina’; y “el Dante le dice que no sabía dónde estaba”.
“Meteoro” es un estafador rosarino de 40 años que fue detenido en noviembre de 2010 en Córdoba, acusado de haber cometido más de 300 operaciones ilegales de compra y venta de autos, incluso desde prisión con un teléfono de alta gama. Su especialidad eran los Peugeot 307, como el suyo, usado para llevarse a Leal. Actualmente está prófugo en Santa Fe, donde se dedica a los secuestros virtuales.
“Meteoro” y “El Colorado” se conocieron en prisión. Allí, el rosarino se quedó con Carolina.
Leal era un viejo conocido de la Policía.
“El siempre fue reducidor, se dedicaba a eso.
No era ladrón, no iba de caño; porque era muy cagón.
Sí te puedo decir que vendía algún papel, pero no era un narco grande”, contó un allegado. Sin embargo, tenía antecedentes por este delito. Incluso, el sábado 8 de marzo a la mañana, su ex mujer sufrió un sospechoso allanamiento en su casa que queda a sólo cinco cuadras de donde vivía Leal. “Vinieron tres tipos de civil con chalecos de la Policía, me mostraron una orden de allanamiento y no me la dejaron leer. Revisaron la heladera, el bajomesada y muy por arriba mi pieza. No estuvieron más de veinte minutos. Vinieron a ver si yo escondía acá la merca del Dante”, le comentó a Clarín la mujer. El caso, por el momento, no tiene ningún detenido.
Fuente clarin.com

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