La presidenta Cristina Kirchner anunció ayer -tal como anticipó Clarín- que se devolverán 206 millones de pesos recaudados por las retenciones al trigo en 2013 a 10.519 productores de ese cereal. El objetivo declarado de esa medida era incentivar las siembras del cultivo, que habían caído a los niveles más bajos de la historia. Pero el resultado sería mínimo por una sencilla razón: el Estado se apoderó de 210 dólares por hectárea sembrada pero devolverá solo 5 dólares. Y solo a una tercera parte de los productores que existen.
Este es el resultado parcial de un ensayo de política agropecuaria lanzado en mayo de 2013, en plena crisis del trigo. Entonces Cristina anunció la creación de un fideicomiso de nombre sugerente (Cepaga) que se nutriría de las retenciones a las exportaciones del cereal, y que luego serían devueltas a los productores. El objetivo parecía loable, pero pocos chacareros creyeron que se cumpliría y sólo una tercera parte se anotó para cobrar. La propia Presidenta reconoció ayer que el universo de productores de trigo es mucho más amplio, de unos 30.000 en total.
Los agropecuarios dudaron de la promesa presidencial por una sencilla razón: no es la primera vez que el Gobierno promete devolver retenciones (ya lo había hecho con el fallido programa Trigo Plus o los reintegros a pequeños productores) y además mantiene inalterable el régimen comercial que impuso Guillermo Moreno en 2006. Esto es, autorizar las exportaciones a cuentagotas, asegurando un generoso abastecimiento de trigo al mercado interno, que siempre termina deprimiendo los precios que cobra el chacarero.
Dicho y hecho. Las exportaciones de trigo autorizadas en 2013 por el gobierno fueron mínimas y por las retenciones al fideicomiso ingresaron solo los mencionados 206 millones de pesos, el equivalente a 25 millones de dólares. Hace un año, al hacer el anuncio, Cristina había hablado de devolver unos 500 millones de dólares.
Si la idea era incentivar la siembra de trigo (se inicia en las próximas semanas) no parece probable que vaya a suceder: el dinero recaudado equivale al trigo producido en menos de 30.000 hectáreas (2,8 toneladas por hectárea a 330 dólares por tonelada). La superficie triguera total ronda las 4 millones.
Con esa misma productividad y precio, un productor obtendría cerca de 920 dólares por cada hectárea sembrada de trigo. Pero el Estado se apropia de 23%, es decir de unos 210 dólares por hectárea. Ahora devolverá en promedio -y solo a una parte de los productores- una cifra ínfima, de poco más de 20.000 pesos. Eso equivale a unos 5 dólares por hectárea sembrada.
“La devolución de retenciones es otra chantada del gobierno”, se había anticipado el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi.
La presidenta, así, se alejó de los que reclamaban una reducción generosa del tributo para dar una señal a los productores. También se mantuvo impermeable al pedido de abrir las exportaciones para recrear la competencia en el mercado. Anunció la apertura de un tercer tramo de 500.000 toneladas para la exportación, que las cerealeras ya tienen compradas.
Fuente clarincom
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