El Gobierno suspendió ayer de forma imprevista, sin dar explicaciones y sin anunciar una nueva fecha la difusión de los datos de pobreza e indigencia del segundo semestre de 2013.
Por la mañana, el Indec tenía incluido en el programa la difusión de los indicado pero pasado el mediodía comunicó que no se publicarían. Inclusive el anuncio desapareció del calendario de difusión del organismo.
La oficina de prensa del Ministerio de Economía no respondió ante los reiterados llamados de El Cronista para conocer el motivo de la suspensión. En el Indec no quisieron hacer comentarios.
Desde enero pasado, sin tampoco dar explicaciones, el organismo estadístico dejó de publicar los valores de las canastas básicas que se toman como referencia para establecer las líneas de indigencia y pobreza.
Según los últimos datos oficiales, la pobreza se situó en 4,7% durante el primer semestre de 2013, lo que implicaba que 448.000 hogares o 1,8 millones de personas se encontraban en esa condición. Sin embargo, analistas privados, sindicatos, referentes de la oposición y hasta la misma Iglesia la sitúan por encima de 25%.
Según un informe del Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT que dirige Hugo Moyano, el índice de pobreza llegaba a 30,9% a enero pasado y alcanzaba a 12,5 millones de argentinos. La aceleración de precios registrada en el primer trimestre del año sólo habría empeorado esa situación.
Por otro lado, de acuerdo con los cálculos del economista y diputado Claudio Lozano, en el primer semestre del 2013 la pobreza ascendía a 36,5% afectando a más de 15 millones de personas mientras que la indigencia llegaba a 12% con alrededor de 5 millones de personas cuyos ingresos no les alcanzan para alimentarse. La estimación de Lozano se realizó teniendo en cuenta las mediciones de precios de trabajadores de ATE-Indec y de Graciela Bevacqua, quien fue la directora del IPC del Indec hasta la intervención en 2007. Además, se utilizaron canastas de consumo actualizadas porque las que usa el organismo oficial reflejan el patrón de consumo de la década del 1980 y de una población ubicada entre el 20% de menores recursos. Para Lozano, si se mantuviera esa canasta, la pobreza tampoco debería ser inferior al 30%. No difundieron los datos porque no se animan a reconocer que la pobreza está en 30% como piso. Si publican los datos con el IPC que utilizaban hasta el año pasado la cifra que tienen que presentar es ridícula y si toman el nuevo, el salto llevaría al índice por encima del 30%, consideró Lozano.
Incluso esta semana el titular de la Comisión Pastoral Social, Jorge Lozano, confirmó que el cálculo de pobreza del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) ronda el 25%.
Hay varios estudios que dan cifras diversas, aunque coinciden en torno a algunos porcentajes. El estudio que ha hecho el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina está rondando el 25%. Otros estudios de algunas instituciones y otras universidades oscilan también entre un 20%, 22% o poco más del 25%, explicó monseñor Lozano.
La inflación hace que la capacidad de compra sea menor y los pobres el mayor gasto que tienen mensual es el alimento. Esto los afecta de manera particular y eso hace que estemos atravesando en algunos sectores una pobreza que duele, agregó el titular de la Comisión Pastoral Social.
Fuente cronista.com
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