Mientras los trabajadores de Lear reclaman la reincorporación de unos 80 despedidos, la autopartista estadounidense decidió hoy cerrar por 15 días su fábrica de la localidad bonaerense de General Pacheco, partido de Tigre, ante la "imposibilidad de garantizar seguridad" a sus operarios por la sucesión de protestas, que incluyeron bloqueos de tránsito en la autopista Panamericana.
La decisión de la firma suma un capítulo más al conflicto que comenzó el 28 de mayo pasado, cuando Lear suspendió por tiempo indeterminado a 330 trabajadores, tras lo cual decenas de esos operarios recibieron telegramas de despido, lo que derivó en cortes de la Panamericana, algunos de los cuales fueron reprimidos por fuerzas de seguridad.
Fuentes empresarias denunciaron que en medio de las protestas de la semana pasada, hubo empleados que resultaron heridos por pedradas arrojadas por sus ex compañeros en medio de los enfrentamientos con la Gendarmería.
Los voceros dijeron que la compañía, que tiene también una fábrica en el partido bonaerense de Escobar y otra en la provincia de Córdoba, "cerrará de manera definitiva la planta de Tigre si persisten los hechos de violencia en torno del establecimiento".
Por último, precisaron que, pese a la interrupción de 15 días, los operarios "percibirán sus respectivos salarios" y recordaron que trabajan en la fábrica de Tigre 520 personas. La autopartista, de capitales principalmente estadounidenses, fabrica mazos de cables para Ford.
El conflicto incluyó una nueva serie de cesantías, hasta ascender a un total de 110, y los trabajadores optaron por efectuar bloqueos de tránsito frente a la sede porteña de Congreso del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Incluso, en búsqueda de una amplificación de la protesta, los operarios aplicaron en dos oportunidades la novedosa modalidad de piquete con automóviles estacionados en plena Panamericana, en General Pacheco. En la primera ocasión, la Gendarmería Nacional se limitó a tomar nota de las patentes para su posterior labrado de multas y, en la segunda, detuvo a uno de los manifestantes.
La semana pasada, la Justicia ordenó al Sindicato de Macánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) restablecer en el cargo a la legítima comisión interna de Lear, expulsada en una asamblea "fraudulenta" que tuvo la complicidad del gremio que dirige Ricardo Pignanelli.
Sucede que los delegados, que fueron elegidos por el 70 por ciento del padrón de trabajadores, son opositores a la dirigencia del sindicato, a la que acusa por prácticas burocráticas y corrupción.
Fuente infobae.com
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