El accidente ocurrió el 26 de abril de 2013 en el cruce de la Panamericana y la ruta 197, poco después de las 6 de la mañana. Gianmarco Dolce, un joven de 19 años, perdió el control de su camioneta Ford Ranger, se cruzó tres carriles y fue hacia el guardarrail de la banquina, donde estaba detenido un Volkswagen Gol con tres obreros en su interior. Los tres murieron aplastados.
Ayer se conoció que tras un acuerdo entre las partes, la Justicia archivará la causa. Con esta polémica decisión, el joven quedaba habilitado para volver a manejar, además de que no será juzgado ni condenado.
Esta mañana, entre quienes criticaron la disposición se destacó la palabra del Ministerio del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. "Es un pésimo mensaje para la sociedad que alguien que provocó la muerte de tres personas al conducir alcoholizado pueda seguir manejando como consecuencia de un acuerdo judicial", se quejó.
Fuente infobae.com
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