Nélida Sérpico sabe mejor que nadie lo que es luchar sola. Con un identikit siempre a mano, buscó durante siete años al asesino de su hijo, Octavio Gómez (16). Recorrió el barrio Rivadavia I y la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, disfrazada y con el pelo teñido de otro color para que nadie pudiera reconocerla. Así camino por los alrededores del lugar en el que un balazo de una pistola 9 milímetros mató a Octavio el 22 de diciembre de 2005.
Con el dolor como combustible, Nélida consiguió lo que no pudieron las fuerzas de seguridad: encontró a Facundo Caimo, indicado como el autor del crimen por un amigo de la víctima, que también fue herido ese día. Mientras se recuperaba en el hospital, el joven le contó quién les había disparado y relacionó al agresor con "Los Quebrados", una banda narco que disputa territorio en esa zona.
Con esa información, Nélida comenzó con las recorridas. Salía a la tarde, cuando volvía de trabajar. Siempre llevaba con ella el identikit del sospechoso. Sabía que en algún momento se lo iba a cruzar y no tenía miedo. "Le pedía a mi hijo que me hiciera invisible y me protegiera", contó en TN. En abril el tiempo le dio la razón. Vio a Caimo en el mismo pasillo donde asesinaron a su hijo. Hizo la denuncia y el sospechoso fue detenido por Gendarmería.
"Cuando lo vi me pareció que era él. Le pregunté a una mujer que pasaba cómo se llamaba el que estaba ahí y me dijo el nombre del acusado. También me recomendó que me fuera porque era gente muy mala. Cuando me lo confirmó me quedé dura, mis piernas no reaccionaban. Saqué el celular y llamé a Gendarmería. Les conté todo y les dije los lugares por dónde podía escapar, porque ya había visto dónde estaba los pasillos", relató Nélida.
A las 14.30, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) dará a conocer el fallo. En la audiencia previa, la fiscal Mónica Cuñarro pidió 15 de años de prisión para Caimo. Según ella, es culpable de homicidio simple en concurso real con homicidio en grado de tentativa, agravado por la participación de un menor de edad. "Los señores jueces se tendrían que dar cuenta que si uno se esconde siete años es por algo", reclamó la mujer, que prefiere no nombrar a Caimo. "Para mi siempre será un NN", aseguró.
En el juicio falto la declaración de Patrick, el amigo de Octavio. El fue el que le dijo a Nélida quién le había disparado a su hijo. Sin embargo, no declaró en la causa. "Tiene miedo, está amenazado. Tiene una hija chica y sabe que le puede pasar algo si habla", explicó la mujer que espera que hoy la Justicia acompañe su lucha.
Durante el cierre del juicio, hoy al mediodía, el acusado aseguró que es inocente. "Entiendo el dolo de la mujer, pero soy inocente y me tienen que absolver. Tengo dos hijas que me están esperando hace seis meses", declaró Caimo.
Fuente clarin.com
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