En medio de una ofensiva para frenar los focos de protestas opositoras que desde hace más de un mes hay en varias partes del país y ya dejaron 29 muertos, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, desplegó ayer más de 1.000 policías y soldados de la Guardia Nacional Bolivariana en Chacao, el barrio de Caracas más acomodado y opositor a su gobierno.
El impresionante operativo de la policía militar comenzó en la madrugada de ayer y se concentró especialmente en la plaza Altamira, un emblemático punto de reunión de la oposición y ya clásico escenario de choques entre la fuerza pública y los manifestantes. Efectivos con armas largas irrumpieron en esa plaza acompañados por medio centenar de motocicletas, provocando la estampida de unas 500 personas que protestaban en el lugar. Una decena de manifestantes fueron detenidos.
Caracas, la capital venezolana, está dividida en cinco “municipios”. Chacao, que también forma parte del estado de Miranda, es el más pequeño de los municipios y uno de los más ricos de todo el país. Es, además, el clásico barrio elegante en donde viven los caraqueños de clase media-alta y alta y donde la oposición suele arrasar en las elecciones.
Bajo el argumento de garantizar la libre circulación de los venezolanos por todas las calles, muchas de ellas cortadas por las barricadas opositoras, ya Maduro había dado el domingo un ultimátum a los manifestantes. “En las próximas horas vamos a estar liberando territorios que estaban tomados por los guarimberos”, anunció, utilizando la expresión venezolana para los manifestantes que bloquean calles (piqueteros en la Argentina).
De hecho, el despliegue militar en Chacao fue calificado por el gobierno socialista como una “liberación” de la zona, copada desde hace un mes, por grupos radicales enmascarados .
Incluso ayer los ministros de Interior, Miguel Rodríguez Torres, y de Informaciones, Delcy Rodríguez, se reunieron fugazmente con el alcalde de Chacao, el opositor Ramón Muchacho, en la Plaza Altamira y le dijeron que le entregaban “la plaza como territorio de paz”.
“¡La plaza Altamira y sus alrededores ha sido liberada por el Gobierno Nacional para el disfrute de todos!”, escribió luego la ministra de Información en Twitter.
En el momento más fuerte, las protestas abarcaron 18 de los 335 municipios. La semana pasada, cuando según el gobierno se habían reducido a cinco (incluido Chacao), Maduro ordenó una ofensiva que inició en Valencia (tercera ciudad, a 150 km al oeste de Caracas), donde hubo media docena de detenciones y decomiso de “material terrorista”.
El asalto militar de la Plaza Altamira ocurrió después de una marcha de la oposición el domingo para protestar contra lo que consideran como una injerencia del Gobierno cubano en las Fuerzas Armadas venezolanas. Ayer se sumó, a su vez, otro muerto en el marco de las protestas por lo cual la cifra total se elevó a 29 (ver aparte). Además de los muertos, los choques dejaron unos 300 heridos y unos 1.500 detenidos, un centenar de ellos todavía en manos de la policía.
Maduro acusa a la oposi
ción de querer sembrar el caos para provocar un golpe de Estado, un plan en el que, asegura, está involucrado el gobierno de Estados Unidos.
Fuente cronista.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario