Un cohete no tripulado, contratado por la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) para llevar suministros a la Estación Espacial Internacional (ISS), explotó tan sólo seis segundos después de su lanzamiento.
El cohete Antares de la empresa estadounidense Orbital Sciences alcanzó a elevarse muy poco tras el lanzamiento este martes a las 06.22, hora local, desde el centro espacial de Wallops en la costa de Virginia, y de repente explotó envolviéndose en llamas y cayendo a tierra provocando una gigantesca nube deslumbrante.
"No hubo heridos y no falta nadie del personal de la base", indicó la Nasa en su sitio internet.
Se trata del primer accidente desde que la Nasa comenzó a recurrir al sector privado para abastecer a la ISS.
"Perdimos el lanzador Orb3", señaló un comentarista del canal de televisión de la Nasa que transmitía en directo, precisando que "parecería que la destrucción se limitó a la rampa de lanzamiento".
En un breve comunicado publicado en internet, la Nasa explicó que "un disfuncionamiento se produjo poco después del despegue" y prometió difundir nuevas informaciones cuando sea posible.
La agencia espacial indicó que está trabajando "junto a Orbital para reunir todos los datos acerca del fracaso de la operación".
Por su parte, Orbital señaló en un mensaje en Twitter que "hubo una anomalía en el lanzador".
"Algo fue mal y terminó como todos pudimos ver", expresó el vicepresidente de Orbital, Frank Culbertson, que anunció que una investigación está en curso.
La cuenta atrás se había desarrollado sin problema, en condiciones meteorológicas prácticamente ideales.
Se trataba del primer lanzamiento nocturno del cohete Antares y del tercero de la misión de abastecimiento de Cygnus hacia ISS. La cápsula Cygnus estaba destinada a llevar una carga de 2,2 toneladas.
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