Un año después del despido de Juan Miceli del noticiero, la Televisión Pública volvió ayer a estar en el centro de las polémicas, luego de que los periodistas nucleados en la UTPBA iniciaran un “plan de lucha para repudiar y denunciar una serie de graves situaciones que se están viviendo tanto dentro del noticiero como en otros ámbitos del canal estatal”, según plantearon en un comunicado.
Las autoridades del canal respondieron con otro comunicado, donde negaron “presuntos actos de censura” y “reafirmaron el compromiso de la emisora y su noticiero con la pluralidad y la diversidad”.
La acusación de los periodistas nucleados en la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) fue específicamente contra los funcionarios de La Cámpora que manejan la Gerencia de Noticias de la TV Pública, Carlos Figueroa y Víctor Taricco. Los acusaron de “intentar debilitar, atacar y perseguir política y laboralmente a los trabajadores y a sus representantes gremiales, a la vez que utilizan los recursos informativos del noticiero y distorsionan sus contenidos para ponerlos al servicio de fines político-partidarios, en un abierto desconocimiento y violación del marco establecido por la ley de medios a la que deberían subordinarse y respetar”.
Es que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual establece como objetivos de Radio y Televisión Argentina (RTA, el organismo que maneja la TV Pública y Radio Nacional) “respetar y promover el pluralismo político”, algo que incumple el programa político 6-7-8, que produce Diego Gvirtz, y también su noticiero, que manejan los funcionarios de La Cámpora.
De hecho, el presidente de RTA, Tristán Bauer, hasta hace poco tenía como uno de sus lemas para los periodistas del canal: “No hay que seis-siete-ochizar la TV Pública”. Pero el avance de La Cámpora sobre el noticiero es cada vez más notorio.
Por eso, la comisión gremial interna de la UTPBA criticó que a varios periodistas “se los margina de ciertas coberturas, se los congela sin asignarles tareas acordes con sus cargos o se les impiden cambios de horarios”.
Además, dicen, Figueroa y Taricco “se han caracterizado por el silenciamiento sistemático de voces de la política, del ámbito sindical o de los movimientos sociales a los que consideran ‘opositores’ simplemente por no coincidir con los lineamientos del Gobierno. Incluso, censurando a dirigentes pertenecientes al oficialismo, como los legisladores Gabriela Cerruti y Pablo Ferreyra, como ocurrió cuando la Legislatura porteña votó el traspaso de Ciudad a Nación de la ex ESMA y otros antiguos centros clandestinos de detención, oportunidad en la que votaron en contra y fueron por esto mismo excluidos por orden de la Gerencia de la nota que salió al aire”, denunciaron los delegados de la comisión interna.
El avance de los dirigentes de La Cámpora en la TV Pública se consolidó en los últimos dos meses, cuando otro dirigente de esa agrupación, Ramiro Poce -hombre de Figueroa y Taricco en el noticiero- asumió como nuevo gerente de Comunicaciones del canal.
Desde allí se emitió ayer el comunicado, en el que “las autoridades de la TV Pública” calificaron de “falsas e infundadas” las denuncias y desmintieron los “presuntos casos de censura y manipulación política” de la información, al tiempo que “reafirmaron el compromiso de la emisora y su noticiero con la pluralidad, la diversidad y la responsabilidad en el ejercicio del periodismo”.
Fuente clarin.com
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