viernes, 24 de octubre de 2014

El médico con ébola en Nueva York fue a jugar al bowling

Con la noticia de que Nueva York ya tiene su primer caso de ébola -un doctor norteamericano de Médicos Sin Fronteras infectado en Guinea-, ahora empieza a trascender qué hizó el hombre desde que aterrizó en el aeropuerto John F. Kennedy el sábado 17 de octubre hasta anoche, cuando terminó internado en un hospital del Bronx con diarrea y más de 39 grados de temperatura. Bueno, una de las tantas cosas que hizo fue ir a jugar al bowling. Tomó un taxi del tipo Uber. Y viajo en tres líneas de subte.
El médico Craig Spencer, de 33 años, está en estas horas aislado en el hospital de Bellevue. Y su caso pone en evidencia lo difícil que es controlar la expansión del ébola.
Spencer pasó por todos los controles para la detección del ébola en el aeropuero de JFK. Pero al no tener síntomas en ese momento atravesó sin problemas las pruebas e ingresó a EE.UU. sin saber que el virus se estaba incubando en su cuerpo.
Spencer regresó a Nueva York desde Guinea, uno de los tres países más afectados por la epidemia en África Occidental, donde ya hay más 10 mil personas infectadas y más de 4000 muertos.
Spencer empezó a sentirse mal el 21 de octubre, es decir el martes pasado y se dio cuenta que tenía fiebre ayer, jueves, a las 10 de la mañana. Inmediatamente alertó a la organización para la que trabaja Médicos Sin Fronteras. El grupo contactó a las autoridades sanitarias ySpencer fue llevado a Bellevue en una ambulancia especial.
"El individuo efectuó un autocontrol de su salud y reportó de este hecho inmediatamente", explicó Tim Shenk, de Médicos Sin Fronteras.
Al parece unas cuatro personas tuvieron un contacto directocon Spencer durante el período de relevamiento, pero también pudo haber expuesto a otros individuos.
Los cuatro afectados, ahora bajo control, son su novia, dos amigos y el conductor de un taxi del tipo Uber (una especie de remís privado que se consigue vía internet).
El martes se sintió mal, y el miércoles de todas formas fue a The Gutter, un salón de bowling en Brooklyn. Es más, viajó en el subte, en las líneas A, 1 y L.
Su novia y los otros individuos están ahora en cuarentena.
El salón de bowling quedó cerrado por un exceso de precaución, afirman las autoridades. En el vecindario de Spencer, en Harlem, se vio a personal de salud repartiendo volantes con información sobre la enfermedad.
Para las autoridades, solo cuando Spencer empezó a tener fiebre se convirtió en un factor de contagio. El cansancio podría atribuirse a otras razones.
Tanto el gobernador de Nueva York como el alcalde de la ciudad se esforzaron por llevar tranquilidad a los neoyorquinos.
"No hay razón para que los neoyorquinos estén alarmados, el ébola es una enfermedad extremadamente dificil de contraer", dijo el alcalde Bill de Blasio.
(Fuente: Bloomberg)

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