Bastó que Marcelo Hugo Tinelli hablara de un "salto de vereda" de Martín Insaurralde para que el tablero político se conmoviera.
El escenario bonaerense quedó turulato con la palabra del conductor de "Showmatch", quien mientras presentaba a Jésica Cirio, deslizó que lo veía al ex candidato a diputado del kirchnerismo muy cerca del jefe del Frente Renovador.
La novela Insaurralde-Scioli-Massa tuvo desde anteanoche un clima de efervescencia, con condimentos de intendentes y postulantes enojados y sobregirados.
Ayer, la voz del actual intendente de Almirante Brown, Daniel Bolettieri, fue el canal del enojo de su antecesor Darío Giustozzi. En declaraciones al portal "Letra P", dijo que Insaurralde "no sintoniza" con el massismo. Fue un aviso de que los intendentes cercanos a Sergio Tomás Massa no se quedarán de brazos cruzados ante el posible desembarco del ex alcalde de Lomas de Zamora.
En el massismo ya hay varios lanzados a la pelea por la gobernación: Gustavo Posse, Jesús Cariglino y el propio Giustozzi. En silencio aún, también analizan la posibilidad Gabriel Katopodis y José Eseverri. Estos hombres no permanecerán callados ante una llegada con tanta presencia mediática y perfil alto.
Pero Martín Insaurralde está hoy entre dos fuegos: el amigo y el enemigo.
Una frase de Tinelli en medio de su programa puede ser el disparador para jugar, definitivamente, en las grandes ligas de la política nacional. Pero también, puede ser excusa de quienes lo quieren ver devaluado: allí aparecen los que, en el kirchnerismo, pretenden dar pelea por la gobernación y no ven con buenos ojos, el alto nivel de exposición y conocimiento de Insaurralde.
"Está entrando en un terreno donde quieren llevarlo para hostigarlo", manifiesta un hombre que aprecia a quien creciera políticamente en Lomas de Zamora desde la época del duhaldismo. Hoy, Insaurralde perdió línea con La Cámpora, desde donde se lo promocionó para ser cabeza de lista en Diputados en las elecciones parlamentarias de 2013 y donde el FPV perdió con Massa.
A sectores como el de Julián Domínguez y Florencio Randazzo, con fuerte arraigo en la Provincia, tampoco les disgusta verlo a Insaurralde perdiendo terreno y afecto de la Presidenta, ante el coqueteo con el mandamás de Tigre. Esos dos referentes oficialistas también estarán, de algún modo, en la pelea.
Insaurralde y Massa hablan seguido. Más de los que muchos suponen; los chats entre ambos son casi cotidianos. Pero el domingo pasado, mientras el kirchnerismo se movilizaba masivamente a la Plaza de Mayo, el de Lomas acompañó a su despampanante novia Jésica Cirio a un evento en el municipio tigrense. Tuvo cuidado y no hubo foto con Sergio Tomás: solo con Julio Zamora, actual intendente de Tigre y hombre de confianza de los Massa.
El sciolismo no lo reconocerá ni lo demostrará pero los rumores de un posible salto despertaron el recuerdo de algunos dirigentes que también quieren competir por la gobernación bonaerense: Santiago Montoya, de reconocida pelambre sciolista y de Diego Bossio, quien se vio con Daniel Osvaldo dos veces en la última semana, en actos públicos.
También Insaurralde tiene ruido en sus pagos: Gabriel Mariotto y Pablo Paladino, director del Fútbol para Todos, apuestan al desgaste del ex intendente. Habrá que ver qué posición toma el "Movimiento Evita", agrupación K que tiene un referente en la zona como Fernando "Chino" Navarro, quien también podría jugar por la gobernación.
Algunos le aconsejan a Insaurralde que "se guarde" por un tiempo; su nivel de conocimiento es alto y ya se mostró bastante.
Tal vez el Mundial sea una buena excusa para cuidarse de las riñas de los peronistas, que como los gatos -y como decía Juan Perón- hacen ruido no por pelearse sino porque se están reproduciendo.
Fuente clarin.com
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