La sociedad entre Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, dueños del Grupo Veintitrés, comenzó a crujir, desde que se supo que Luis D’Elía tendría su propio programa en el canal CN23, que le pertenece a ambos empresarios kirchneristas.
“La última vez que hablé con Sergio, el viernes pasado, antes de mi casamiento, le seguí manifestando que D’Elía no arrancara”, le dijo Garfunkel a Clarín ayer, por teléfono, desde Miami, donde pasa su luna de miel con Victoria Vanucci. “D’Elía le resta valor al canal, independientemente que es una persona antisemita y violenta, con todo ese discurso. Después Sergio vino con que tenía un pedido, pero no me decía de quién, así que le dije ‘buscá a una persona que sirva de contrapeso y piense diametralmente opuesto a D’Elía’, un Longobardi, Asís o Tenembaun”.
-Ustde calificó a D’Elía de nazi en uno de sus tuits.
-Sí, es algo que tampoco entiendo de Sergio, ya que hace tres años él lo calificó de nazi a D’Elía. Ni siquiera Sergio tiene una postura firme al respecto. Yo sí la tengo.
-¿Qué es lo que hace ruido, para plantearlo en público?
-Primero, tengo un tema religioso, él es proiraní, antiisraelí, niega la existencia del Holocausto. Segundo, estoy a favor de la libertad de prensa y de los derechos humanos; D’Elía no está a favor de ninguna de las dos cosas, y el mejor ejemplo es mirar sus declaraciones hacia Leopoldo López, en Venezuela, al pedir su fusilamiento. Tercero, teniendo una persona así, desde un punto de vista empresarial, estás devaluando el valor del activo.
-¿Qué se puede hacer una vez que ya arrancó con su programa?
-Es que todo fue mal manejado, porque, ¿cómo es que me entero del programa de D’Elía? Por un mensaje privado que me manda Gabi Levinas, donde me hace referencia a un tuit de Sergio de ese día. Ni siquiera es que yo me entero de forma directa a través de Sergio. Y ahí es cuando yo estallo.
-¿Szpolski ni siquiera tuvo la delicadeza de avisarle?
-No, para nada, cuando hice público lo que siento, se me viene a hacer el ofendido. Cuando me junto con él el martes de la semana pasada, no tenía contrato firmado, así que le digo ‘dalo de baja’. Después me dice, el día que arranca el programa, que como eso tomó estado público, recibió presiones para que esté el programa, que no lo puede levantar. Le digo, ‘por lo menos, suspendelo una semana’, para hacer otro programa, con otra persona. Y además, no lo hagas arrancar el día de mi casamiento. No consiguió la persona y al día de hoy no tuve ninguna novedad.
-Sorprende que dos dueños de un canal tengan un conflicto así.
-A mí también me hace ruido. Sergio tiene por contrato el control editorial hasta diciembre de 2015. Ahí a él se le termina el control. Volveré de la luna de miel y nos juntaremos para ver cómo seguimos para adelante, porque uno tiene responsabilidad además sobre una cantidad de empleados.
-¿El control editorial es de todos los medios o sólo para CN23?
-Es para todos los medios existentes al momento de la compra (en 2011). Para los medios que yo agregué después, como Vorterix, Rock & Pop, lo que sea, el control editorial lo tiene Mario (Pergolini).
-O sea que ahí no interviene activamente Szpolski.
-Ahí no tiene injerencia, pasa todo por Mario. Si ves lo que es un control editorial y otro, te das cuenta de la diferencia del valor
Fuente clarin.com
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