El efecto cascada se impuso en Venezuela. Con el saqueo de la tienda de electrodomésticos Daka y el arresto de varios gerentes de la cadena comercial ordenada por el presidente Nicolás Maduro este sábado, la “fiscalización” oficial se extendió ayer a otros comercios de calzados, textil, automotriz y ferretería, cuyos comerciantes, sintiendo temor a ser confiscados, se vieron forzados a rebajar los precios en un 50%.
Pero el mandatario le echó más leña al fuego al anunciar que fijará mínimos y máximos de ganancias a los empresarios, en caso de que se le aprueben los poderes especiales o la Ley Habilitante, ahora cuando se aproximan las elecciones municipales del 8 de diciembre y sus medidas parecieran dirigidas a ganar votos de los compradores que hacen colas kilométricas delante de las tiendas.
“Aquí va a haber márgenes mínimos de ganancias, en todo. Eso es un primer elemento. Segundo, también en la Ley Habilitante vamos a hacer los ajustes para elevar las normas y las penas a los niveles máximos posibles para todo aquél empresario que reciba dólares de la república a través del sistema establecido, en este caso el CADIVI (Comisión de Administración de Divisas). Normas y penas máximas si esos dólares de la república son utilizados para especular con la moneda”, aseveró.
La Asamblea Nacional no ha mostrado todavía al diputado “99”, el voto que necesita para cubrir las tres quintas partes del Parlamento de 165 diputados, pero Maduro ya dice lo que hará con los poderes especiales: lanzar las normas y penas a niveles máximos contra aquellos empresarios que reciban dólares para importaciones a través de CADIVI y sean utilizados para especular en la comercialización de productos a precios especulativos. “Si se le da un dólar a 6,30 cómo puede ser que ese empresario entonces empiece a escalar hasta 1.200% del precio”, dice Maduro. “Esa gente tiene que ir presa, debe ser juzgada y tenemos que cargar sobre el patrimonio acumulado, que se lo roban al pueblo”, dijo.
Mencionó que existen comerciantes que reciben 20 millones de dólares para importar un producto que el país necesita, en este caso electrodomésticos, y sólo utiliza la mitad del dinero para adquirir los equipos en el exterior y el resto es depositado en su cuenta personal. Señaló que si los empresarios hubiesen invertido en el país los 33 mil millones de dólares que el gobierno ha otorgado este año, los productos habrían alcanzado para más de tres meses.
La avalancha de compradores no se hizo esperar ante los anuncios de “precios justos” de Maduro. Ayer, las colas se multiplicaron en todo el país, ya no sólo en los supermercados por los alimentos escasos como pollo, arroz, leche, papel higiénico, aceite, azúcar y café, sino en las tiendas de zapatos, ropa, coches y ferretería.
Los dueños de la tienda Sony y Compucenter en la avenida Francisco de Miranda, en Chacao, decidieron rebajar “un 50 % sus productos” y ordenar las colas para vender a “precios justos” y evitar así los saqueos. Permitieron entrar grupos de “cinco personas para comprar de manera ordenada”. Los comerciantes han sentido pánico ante los anuncios de Maduro. Y muchos de ellos ya no abrirán las tiendas con las nuevas condiciones socialistas del gobierno una vez que se acabe el stock.
La historiadora Margarita López Maya, que apoyó a Chávez en sus inicios, dijo: “Que nadie se equivoque. Ahora el comercio importador estará completamente controlado por el Estado, buena parte del aparato productivo ya lo está. Falta quizás la banca. Ya las estructuras son monolíticas, no hay autonomía de los poderes, y el Estado de Derecho brilla por su ausencia como acaba de demostrar Maduro dando la orden de tomar los establecimientos sin pasar por el debido proceso”.
El opositor Leopoldo López, coordinador de Voluntad Popular, dijo: “Maduro está haciendo un llamado al saqueo, es un saqueador. El gobierno ha sido quien ha incitado a los venezolanos a dejar los anaqueles vacíos”.
Fuente clarin.com
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