Las renuncias profundizan la crisis política italiana, hacen tambalear al gobierno, afectaron los mercados financieros europeos y dispararon la prima de riesgo del país.
La Presidencia del Gobierno italiano informó hoy mediante un escueto comunicado la recepción de la dimisión de Nunzia De Girolamo, Beatrice Lorenzin, Maurizio Lupi, Gaetano Quagliariello y Angelino Alfano, este último hasta ahora viceprimer ministro y titular de Interior, consignó la agencia EFE.
El formalismo de los ministros confirma la salida del partido de Berlusconi después de que el Parlamento amenazara con retirarle el escaño por su condena a 4 años de prisión por fraude fiscal. Letta anunció que el miércoles presentará una moción de confianza para saber si continúa o se debe formar un nuevo gobierno.
De Girolamo (ministra de Agricultura), Lorenzin (Sanidad), Lupi (Infraestructuras y Transportes), Quagliariello (Reformas Institucionales) y Alfano anunciaron su dimisión el sábado después de que Berlusconi los "invitara" a hacerlo, justificándolo con el hecho de que no se aprobara un decreto para evitar la suba del IVA en un muy tenso Consejo de Ministros celebrado el viernes.
Letta anunció anoche que el próximo miércoles acudirá al Parlamento para pedir un voto de confianza y comprobar si mantiene el apoyo parlamentario que dio lugar al Ejecutivo de coalición a fines de abril, tras unas elecciones en febrero de resultado muy dividido.
La cuestión se centra sobre todo en el Senado, donde la centroizquierda de Letta no consiguió mayoría absoluta en las elecciones.
Allí, en el Senado, podría formarse un nuevo apoyo mayoritario al Ejecutivo con posibles deserciones de parlamentarios del Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo y del propio partido de Berlusconi, que muestra ahora su división interna.
Es que a pesar de la formalización de estas dimisiones, Alfano, Lorenzin, Quagliariello y Lupi expresaron ya sus dudas sobre el hecho de que en el partido de Berlusconi, que ahora pretende relanzar con el nombre de la antigua Forza Italia, haya triunfado el ala más radical forzando esta crisis de Gobierno.
Lorenzin y Quagliariello anunciaron que no seguirán en Forza Italia, pero el distanciamiento más llamativo es el de Alfano, secretario político del PDL y considerado el "delfín" de Berlusconi, que ayer expresó sus recelos en su perfil de la red social Facebook.
"Soy berlusconiano y leal. Pero la lealtad me impone decir que no pueden prevalecer posiciones extremistas ajenas a nuestra historia, a nuestros valores y al sentir común de nuestro pueblo. Si prevalecen estas posturas, el sueño de una nueva Forza Italia no se realizará", escribió el hasta ahora viceprimer ministro.
Fuente Telam
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