miércoles, 2 de julio de 2014

Polémica en Rusia: prohíben palabras groseras en medios de comunicación y películas

La ley que prohíbe en Rusia el uso de palabras groseras en las películas, los espectáculos y los medios de comunicación, vigente desde esta semana, es denostada por los internautas, que la tachan de disparate, y alabada por los lingüistas.
La normativa intenta eliminar del ámbito público un universo lingüístico paralelo llamado "mat" y articulado en torno a un puñado de palabras obscenas declinadas al infinito. Su uso se ha desarrollado entre la población con la caída del régimen soviético.
Los discos y los libros que contengan palabrotas serán identificados con una etiqueta de advertencia. Su incumplimiento supone el pago de una multa de hasta el equivalente a 1.000 euros.
"Prohibir las palabrotas a los rusos es como prohibirles respirar. ¡Es como prohibir a los italianos gesticular cuando hablan!", bromea el internauta Maxime Morozov en Facebook.
"Prohibir que salga el sol el viernes tendrá el mismo efecto", abunda Serguei Stadnik, otro internauta.
"Esta ley prohíbe las expresiones más lacónicas y convincentes que conozco", se indigna Elena, de 53 años, empleada de un consultorio médico en Moscú.
"Los obreros que trabajan en mi casa no hacen lo que les pido si no uso estas expresiones", explica, indignada con esta ley "sin sentido".
Varios cineastas rusos como Nikita Mijalkov también la han criticado y otros, como Natalia Meshchaninova o Valeria Gai-Guermanika, ya han tenido que retocar la banda sonora de sus películas.
"Es una ley incongruente. El mal no viene de la pantalla: los rusos hablan jurando, es una tradición", afirma Serguei Melkumov, coproductor de la película "Leviatán" de Andrei Zvyagintsev que obtuvo el premio al mejor guión en el último festival de Cannes.
Un orgullo nacional. El "mat" ocupa un lugar importante en Rusia, donde el lenguaje obsceno es casi objeto de orgullo nacional.
"El empleo del 'mat' es muy específico en la lengua rusa: toda la diversidad del vocabulario obsceno se reduce a tres expresiones básicas en torno al sexo", explica a la AFP la lingüista Elena Shmeleva.
"Las numerosas declinaciones de estas tres expresiones permiten expresar los matices más agudos del pensamiento", asegura la experta.
Aunque las grandes figuras de la literatura rusa, desde Alexander Pushkin hasta Boris Pasternak, Fiodor Dostoievski o Leon Tolstoi se deleitaban con el uso de palabras obscenas en sus cartas, "las palabrotas siempre han sido objeto de gran tabú en Rusia", recuerda la lingüista.
Fue bajo la URSS cuando el "mat" vivió su edad dorada, cuenta Vadim Mijailin en un estudio.
Desde los altos funcionarios soviéticos que dirigían a sus subordinados gracias al "mat" hasta los exprisioneros de los gulags o las mujeres que ejercieron oficios de hombres durante la Segunda Guerra Mundial, todos ellos lo utilizaban pese a la reprobación oficial.
Durante la URSS estaba oficialmente prohibido usar el "mat" pero "la liberalización general, sobre todo el descubrimiento por parte de los exsoviéticos del cine estadounidense, desacralizó poco a poco el uso de las obscenidades", explica Elena Shmeleva.
Las palabrotas se han convertido en algo corriente entre los escritores en boga como Vasili Aksionov, Viktor Pelevin o Vladimir Sorokin.
"Con la desacralización, el lenguaje grosero ruso ha perdido su significado", resume la experta.
"Sólo la prohibición total y absoluta de las palabras obscenas en el espacio público puede ayudar a este lenguaje a recuperar su papel de poderoso medio de expresión artística que está perdiendo", considera el profesor y lingüista Anatoli Baranov.
Fuente gacetamercantil.com

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