miércoles, 10 de julio de 2013

La Justicia suspendió el ingreso de nuevos presos a la cárcel de Batán por 60 días


MAR DEL PLATA.- La carne casi no existía, salvo picada y como parte de alguna salsa. Las legumbres eran una especie casi desconocida en la despensa y sólo los fideos y el arroz estaban a la orden del día. Aberturas sin vidrios, reemplazadas con cartones y frazadas, y una sala de guardia sin medicamentos para los pacientes. La superpoblada Unidad Penal XV de Batán afronta estas y otras pésimas condiciones,
Debido a esto, la Justicia dispuso que a partir de esta semana, y por 60 días, se suspenda todo ingreso de detenidos a esta y otras dos cárceles de la localidad de Batán, a casi 20 kilómetros de Mar del Plata.
El fallo de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de Mar del Plata ratificó una resolución de primera instancia rubricada por un juez de Necochea, y atendió la demanda presentada por tres defensores oficiales.
El complejo carcelario de Batán está compuesto por la Unidad Penal XV, la Unidad N°44, que se reserva para aquellos que aún no tienen condena firme, y la Unidad N°50, de mujeres.
En su resolución, los jueces Marcelo Madina, Adrián Angulo y Walter Dominella prevén también que sean reubicados en otras unidades carcelarias de la provincia a todos aquellos internos -serían entre 200 y 250- que no proceden de los departamentos judiciales de Mar del Plata, Necochea y Dolores, que por jurisdicción derivan a los condenados a las celdas de Batán.
La demanda comenzó con un recurso de hábeas corpus presentado en tribunales por el defensor de Casación provincial Mario Coriolano; la defensora departamental Margarita Boeri y la secretaria de Ejecución Penal, Fabiana Danti.
La primera respuesta llegó con un fallo del juez Mario Juliano, del Tribunal Oral Criminal N°1 de Necochea, que hace un mes ordenó con carácter "muy urgente" que el Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia provea de alimentos y medicación suficiente a este complejo penitenciario, en el que los tres demandantes habían advertido "una aguda crisis alimentaria y sanitaria".
El fallo de cámara prevé que queden fuera del plan de derivaciones a otras cárceles aquellos internos que por razones de salud permanecen alojados en el área de sanidad, donde reciben atención médica periódica.
La crisis carcelaria es una realidad en toda la provincia y una verdad a voces en el complejo de Batán, donde tanto internos como el propio personal han manifestado periódicas quejas por las carencias en los servicios de alimentación y salud, dificultades edilicias y un incremento de internos que no tiene como correlato una incorporación acorde de agentes penitenciarios para custodiarlos.
Los jueces pretenden que con estas restricciones que disponen las condiciones no se agraven en un plazo inmediato.
Una de las alternativas que se propone desde la Justicia es que sólo puedan ingresar nuevos internos a Batán en tanto y en cuanto otro salga de esas mismas instalaciones, sea porque ha sido derivado a un nuevo destino o porque ya cumplió su condena.
Fuente lanacion.com

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