Nos decían que no traíamos inversión extranjera, que no nos tenían confianza, que nadie venía a invertir. Ahora resulta que conseguimos que una de las principales compañías del mundo venga a invertir más de 1000 millones de dólares para la explotación de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta y son todas críticas. Parecen la Gata Flora”, aseguró ayer Cristina Fernández de Kirchner al defender el acuerdo que la petrolera estatal YPF firmó el martes con la estadounidense Chevron. “La verdad es que no se entiende. Bueno, en realidad sí se entiende. Esperaban que YPF fuera un fracaso para luego volverla a manos privadas”, agregó durante un discurso realizado en el Chaco, donde volvió a repasar las principales medidas de su gestión y responsabilizó a los bancos por la suba del dólar ilegal (ver página 6).
El Gobierno oficializó el lunes por decreto un nuevo régimen de promoción de inversiones petroleras. Allí estableció que las empresas que desembolsen al menos 1000 millones de dólares en un proyecto hidrocarburífero podrán comercializar sin retenciones el 20 por ciento de lo producido a partir del quinto año de iniciada la inversión. Además, les concede la posibilidad de disponer libremente de las divisas generadas por la exportación de dicho porcentaje de crudo y gas. Esa regulación rige para todas las empresas que tienen concesiones en el país y para las que se asocien con los titulares de esos permisos, pero es una consecuencia directa de la negociación que YPF mantuvo con Chevron para lograr su desembarco en el área Loma La Lata Norte-Loma Campana de la formación Vaca Muerta. De hecho, el acuerdo entre ambas compañías se firmó un día después de que se publicó el decreto.
Desde la oposición, cuestionaron la nueva regulación y también el acuerdo YPF-Chevron, anunciado en plena campaña electoral. Los candidatos de centroizquierda aseguraron que ambos anuncios forman parte de una estrategia de “reprivatización” de la petrolera estatal. Mientras que desde el peronismo disidente y la derecha remarcaron que la medida evidencia incongruencias en la política oficial porque se le otorga concesiones a una empresa extranjera al mismo tiempo que se reivindica un discurso nacionalista en materia energética. Además, acusaron al Gobierno de ser poco transparente por incluir cláusulas confidenciales en el acuerdo YPF-Chevron. Incluso la agrupación Quebracho se movilizó el martes a la sede de YPF para repudiar la alianza y lo mismo hicieron grupos mapuches en Vaca Muerta.
Cristina Fernández de Kirchner respondió ayer a los cuestionamientos durante la inauguración de una fábrica de bicicletas en el Chaco. “Yo sé que a algunos les molestó el acuerdo importantísimo que firmamos con una de las principales petroleras del mundo, Chevron, en el marco de un decreto extensivo a toda la industria. Y pasaron algunas cosas: rompieron vallas allá en el edificio. Con todo respeto para todos los que tienen derecho a expresarse, no hacían esas cosas cuando Repsol se llevaba toda la guita de la Argentina”, afirmó.
Luego volvió a reivindicar la estatización de YPF: “No tomé esa decisión de caprichosa. Fue porque habíamos pasado de exportadores netos de combustibles a ser importadores netos”. Fue en ese momento también cuando apeló al lunfardo y calificó de “Gata Flora” a los que pedían inversión extranjera y ahora cuestionan la firma del acuerdo con Chevron. Además, la Presidenta dijo que le gustaría que todos los candidatos que participarán en las próximas elecciones se comprometan a no volver a permitir que se privaticen los recursos naturales y a defender otra serie de medidas tomadas por el Gobierno, como la estatización de Aerolíneas Argentinas y la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central.
Por la noche, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, también defendió el decreto de promoción de inversiones petroleras y el acuerdo YPF-Chevron en el programa televisivo 6,7,8, que se emite por el canal estatal. “Es un marco de incentivos, pero con condiciones para esos incentivos”, sostuvo con referencia al decreto. A su vez, dijo que el convenio de YPF con Chevron es en un área que representa apenas el 1,3 por ciento de la superficie de Vaca Muerta y el 3 por ciento de la concesión que YPF tiene asignada en esa formación.
Además, Kicillof aclaró que está previsto que Chevron ponga el capital, mientras que YPF aportará la mano de obra y estará a cargo de la operación del área con el asesoramiento de la firma estadounidense, de probados antecedentes en la extracción de recursos no convencionales a partir de técnicas de fracturación hidráulica, conocidas como fracking. “Si esa experiencia sale bien, va a significar un aumento muy importante en la producción de YPF”, sostuvo el economista, identificado por varias fuentes oficiales como uno de los más duros dentro del gobierno a la hora de negociar con Chevron.
fuente pagina 12
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