Will Cornick, un adolescente de 16 años que asesinó a puñaladas a su profesora de español en un instituto de Leeds, en el norte de Inglaterra, fue condenado este lunes a 20 años de cárcel, una pena que será extendida a la cadena perpetua, según la justicia británica.
El estudiante cometió el crimen el pasado 28 de abril, cuando tenía 15 años, en presencia de sus compañeros clase en la escuela católica Corpus Christi.
Durante el juicio reconoció su culpabilidad, pero no mostró remordimientos ni dio una explicación para su crimen, más allá de la razón que esgrimió el día del asesinato: "No me gusta estudiar español".
El muchacho apuñaló en la espalda y en el cuello a la profesora Anne Maguire, de 61 años, que impartía clases de español en el colegio donde llevaba trabajando 40 años.
Antes del crimen, la mujer se encontraba inclinada sobre una mesa corrigiendo tareas. Cornick se acercó por detrás y la apuñaló en el cuello y la espalda con un cuchillo de cocina. El asesino continuó persiguiéndola y apuñalándola mientras ella intentaba huir, ante la mirada aterrada de los demás estudiantes. En total fueron siete puñaladas.
La maestra alcanzó el pasillo mal herida y otra profesora, que se acercó alertada por los gritos de los alumnos, la escondió en aula continua, presionando con su cuerpo la puerta para evitar la entrada de Cornick, señaló el diario "ABC" de España.
El homicida volvió al aula, se sentó impasible y dijo que "es una pena que no esté muerta". Luego añadió que empezaban los buenos tiempos y que había tenido "una subida de adrenalina".
Cuando más tarde lo entrevistó el psiquiatra se declaró orgulloso de su brutalidad. "Sé que es incivilizado, pero sé también que es muy instintivo y humano. Era matar o morir, no tenía otra elección que matarla o el suicidio". La profesora fue evacuada en una ambulancia, pero murió al llegar al hospital.
El juez que lo sentenció dijo que el asesino ha mostrado "una escalofriante falta de remordimiento". Lo condenó a 20 años de prisión, "aunque es bastante posible que no salga nunca", añadió. El fiscal fiscal del caso señaló que el adolescente presenta "tendencias psicóticas y sentía placer por matar".
Según "ABC", Will Cornick, que sacaba buenas notas, vivía con su madre y un hermano mayora kilómetro y medio del colegio.
Sus padres se divorciaron en el 2003, cuando él tenía 4 años. Durante largo tiempo fue un alumno modelo, amigable y entusiasta. Pero su carácter cambió a raíz de que le fue diagnosticada una diabetes, pues temía que le impidiese cumplir su ilusión de ser militar. Desde entonces solía decir que "la vida es una jodida mierda".
Fuente gacetamercantil.com
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