El duro enfrentamiento que mantiene la legisladora de Nuevo Encuentro Gabriela Cerruti con el periodista Jorge Lanata se cobró hoy un nuevo capítulo después de que la diputada le recordara al conductor de Periodismo Para Todos que “terminó siendo convocado por (el represor Alfredo) Astiz como su testigo de defensa”, según Cerruti, porque ella había conseguido una entrevista que le hubiera gustado hacer a Lanata. “Siempre corrió detrás del dinero”, le espetó.
En una columna publicada en el matutino oficialista Tiempo Argentino, la legisladora sentenció que “no le cree nada” al comunicador que la cuestionó en duros términos y la acusó de mantener “relaciones cárnicas” con funcionarios del menemismo. Allí, la excronista del diario Página|12quiso contar que por conductas de Lanata, entonces director del periódico, se desilusionó del periodismo y decidió abocarse de lleno a la política.
“Era enero de 1997 cuando, con un poco de agudeza y mucho de azar, logré hacerle unaentrevista al represor Alfredo Astiz. El reportaje tuvo mucho impacto: allí reconoció públicamente por primera vez su rol en el Terrorismo de Estado”, comenzó. “Hundido en la hoguera de vanidades y frustrado por no haber sido el autor de esa nota, Jorge Lanatadefendió tanto a Astiz que terminó siendo convocado por el asesino como su testigo de defensa en el juicio oral”, siguió.
Finalmente, según el relato de Cerruti, ella lo esperó en el tribunal pero él se ausentó. Aún así, “varias páginas de los escritos de la defensa del exmarino se llenaron de citas del periodista”, siguió. La legisladora analizó el episodio como “la fiereza con que dos o tres periodistas hicieron valer en aquel momento supuestas reglas de un manual que decía que era más importante llevarse bien con un asesino que verlo preso”.
En esa línea, contó que así como Lanata “se jacta” de haber iniciado a muchos en el periodismo, “a mí me ayudaron a pensar que ya había demasiadas cosas de cierta manera de comprender el periodismo que no tenían que ver conmigo. Que quería dar el debate público con libertad para comprometerme con mis ideas. Que quería dejar de ser una cronista de la realidad para pasar a intentar transformarla”.
Después, interpeló en primera persona al periodista, y le advirtió que lo volverá a llevar ante la Justicia: “Tratar de puta a la mujer que no se puede controlar es el postulado básico de la violencia de género. Soy una militante de los derechos de la mujer y no voy a naturalizarlo. De ese punto, señor Lanata, hablaremos en tribunales cuando deba dar cuentas por injurias agravadas por violencia de género”, remató, al interpelar al periodista en primera persona.
Después, aprovechó para tildarlo de “mercenario”. “Siempre corrió detrás del dinero, las aventuras fáciles y la fama. Hoy, solamente, consiguió que eso se lo diera el grupo Magnetto y se convirtió así en su rehén. Un rehén inescrupuloso, que hace los deberes hasta la sobreactuación”, afirmó.
Gabriela Cerruti cerró su texto con una afirmación corta pero contundente. “Hacen del periodismo una religión, una cuestión de fe: jamás una prueba, un documento. Hace del periodismo una religión. Por eso le resulta inentendible que le diga, sabes qué, no te creo.No te creo nada”, concluyó.
Fuente perfil.com
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