Como anticipó esta revista, el FBI investiga a Cristóbal tras el pedido de licencia para instalar su casino en Miami, el Dania Jai Alai, inaugurado con la presencia estelar de Susana Giménez. Las fuentes consultadas en los Estados Unidos ahora hablan de una task force del FBI y aseguran que lo que se investiga es el origen de los fondos del empresario.
La hipótesis de los investigadores, que no cerraron el caso, es que la inversión de López podría encubrir plata del ex presidente Kirchner y su familia. “Si le dan una licencia, la idea es que la mitad no sea de un gobernante”, afirma con ironía anglosajona una de las fuentes al tanto del seguimiento, y agrega que la cooperación argentina con los pedidos de informe provenientes del Norte por ahora es nula.
Si la investigación confirma la hipótesis de trabajo del FBI, López podría perder el ciento por ciento de lo que generó con el casino, más una multa, más prisión efectiva. Sería juzgado en los Estados Unidos por una cuestión jurisdiccional. El caso se enmarcaría en la legislación del FCPA (Foreign Corrupt Practices Act) de los Estados Unidos, sancionado en 1977. Hay dos antecedentes bien conocidos en los que hubo condena: Wal-Mart y Siemens.
Para prevenir ese desenlace, Cristóbal acaba de tomar un recaudo del que nadie sabía hasta hoy. La composición accionaria de su casino en Miami, por el que lo investigan en el Norte, cambió en los últimos días: el 20 por ciento que estaba en manos de Dania Entertainment Holding fue adquirido por Ondiss Corp, el conglomerado de López, para evitar que se siga investigando quién se ocultaba tras esa parte.
Según denunció el periodista Carlos Pagni en La Nación, Dania Entertainment Holding está representada en los papeles por Sarah Perte-Mears, una supuesta testaferro profesional, de los que cobran honorarios por prestar su nombre en una operación. El interrogante de los investigadores –qué empresario o político podía esconderse tras esa mujer– ahora se evapora con la venta de esas acciones. ¿Acaso se trataba de algún miembro de la familia Kirchner, o tal vez de su socio, San felice? La sigilosa operación se llevó a cabo el 14 de octubre. Días antes, el 10, Cristóbal vendió el 25 por ciento del paquete accionario a West Flagler Associates, una sociedad controlada por la familia Havenick y operadora del casino Magic City de Miami. Un socio más presentable.
Futbol. Ahora, el empresario cuyo imperio está valuado en 13.000 millones de pesos busca seguir expandiéndose. Cerca de él aseguran que tiene casi cerrada la compra de la productora La Corte SRL, de los hermanos Pablo y Daniel Monzoncillo, la responsable de las transmisiones no solo de todos los actos gubernamentales, sino también del Fútbol para Todos. La lógica es cruda: los Kirchner terminaron estatizando un negocio como el de las transmisiones de fútbol solo para terminar entregándose al empresario que más vela por los intereses familiares.
A López le viene bien la nueva adquisición: en pocos meses deberá abandonar el edificio que hoy ocupan C5N y las radios del grupo –propiedad de Daniel Hadad, su ex socio–, por lo que las instalaciones de La Corte sobre la calle Fraga en Palermo son un lugar apto para recibirlo.
En NOTICIAS de esta semana “La VERDADERA RELACIÓN entre Cristina y Cristóbal López”.
Fuente perfil.com
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