"En esa oportunidad, el doctor Forcieri me presentó al doctor José María Núñez Carmona, quien estuvo presente en toda la reunión, y al cual dejó encargado, en representación del Ministerio, para el seguimiento del trámite. Situación esta que le fue informada al Administrador Federal".
La declaración surge del escrito que presentó Rafael Resnick Brenner ante el juez federal Ariel Lijo en concepto de declaración indagatoria. Resnick Brenner está imputado en la causa por su intervención como jefe de asesores de la AFIP a favor de otorgar un salvataje a la imprenta de papeles de seguridad Ciccone. El magistrado que fue clave para que la compañía terminara en manos de supuestos testaferros del vicepresidente.
En el mismo escrito, el ex funcionario acusado indicó que en el encuentro en el que conoció a Núñez Carmona, amigo y socio de Boudou desde la adolescencia, Guido Forcieri, ex jefe de Gabinete del Ministerio de Economía, le destacó "el interés institucional y político del organismo en dar una solución integral a la difícil situación económica financiera de la empresa".
"En ese encuentro me realzó el potencial de la Compañía para sustituir importaciones (papel moneda), generar nuevas exportaciones y, por sobre todo, el interés en preservar la única fuente de empleo de más de 300 trabajadores", continuó Resnick Brenner.
La trama de negociaciones para alivianar la situación financiera de Ciccone es clave para el juez. Sucede que una nota firmada por Boudou en la que recomienda acceder a un pedido solicitado por Olga Ciccone, en su condición de presidenta de la imprenta, es una de las pruebas más importantes que tiene Lijo para concluir que hubo un especial interés del vicepresidente en la situación financiera de la máquina de billetes.
Lijo sospecha que Boudou compró Ciccone a través de sus testaferros con el fin último de contratar con el Estado. El permiso para poder venderle billetes al Gobierno fue concedido tres días después de que Boudou asumiera como compañero de fórmula de Cristina Kirchner.
La declaración de Resnick Brenner formó parte de una jornada de varios reveses judiciales para Boudou. Ayer también declaró el yerno de Nicolás Ciccone, Guillermo Reinwick. En su declaración aportó detalles de las negociaciones para salvar a la imprenta y confirmó los encuentros de la familia Ciccone con el vicepresidente y su socio Núñez Carmona. Reinwick se presentó en 2012 como el "accionista controlante" de The Old Fund, la empresa que se quedó con el 70% de la nueva Ciccone.
"Lo único que hice fue ayudar a mi suegro y tratar de que un funcionario público lo atienda", fue el descargo de Reinwick ante el juez Ariel Lijo en su indagatoria. "Jamás pensé que aquéllos (por Boudou, su socio y Vandenbroele) se querían apoderar de la imprenta", ahondó.
Mientras el expediente sumaba actas con los detalles de las nuevas indagatorias, el fiscal del caso Jorge Di Lello se pronunció en contra de la nulidad de la indagatoria que había solicitado el abogado del vicepresidente, Diego Pirota. Una vez que se expida Lijo, el trámite llegará a la Sala I de la Cámara Federal.
Ayer también se conoció la decisión de Lijo de sumar un nuevo imputado a la causa: se trata de Forcieri, el ex funcionario que fue nombrado por Resnick Brenner en su declaración. Durante la noche del jueves, el asesor de Boudou negó las acusaciones a través de un despacho difundido por la agencia nacional de noticias Télam.
La próxima semana continuarán las indagatorias. El martes fue citado Nicolás Ciccone. Y la máxima atención está puesta en el jueves, día en el que debe presentarse Núñez Carmona, el principal socio de Boudou. En la última entrevista que le hicieron a Boudou en un canal de noticias mostró cierta distancia de su amigo. "La relación está fría", dijo. Y el lunes, ante una consulta de Lijo, resaltó que sus relaciones personales nunca influyeron en su función pública.
El magistrado federal adelantó que si Núñez Carmona no se presenta, ordenará su captura internacional. Hay rumores que indican que no se encuentra en la Argentina.
Fuente infobae.com
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