lunes, 2 de junio de 2014

Dante Palma, de 6,7,8, habla de su cruce con Cynthia García

Seguro. Se ríe cuando dicen que en 6,7,8 algunos ganan $ 90 mil.
Si hay algo que 6,7,8 no suele tener, son cruces fuertes entre sus panelistas. Esta semana, sin proponérselo, Dante Palma fue eje de un debate a raíz de un entredicho surgido luego de que su par, la periodista Cynthia García, sostuvo que “no se puede llevar a un chico a un instituto de menores por pintar un grafiti” y se refirió a las pintadas del tren Sarmiento como “expresiones artísticas”.
“Pero por favor, déjenme de hinchar, no se puede defender cualquier cosa”, dijo Palma frente a García, quien lo catalogó de desbordado. “La que está desbordada de progresismo zonzo sos vos”, le retrucó este joven de 36 años, quien integra el panel de 6,7,8 junto a ella desde enero de 2012. “No pasó a mayores, esto es como el fútbol: quedó en la cancha”, dice Palma a PERFIL desde su casa de Congreso.
Si bien el panelista asegura que no existen rispideces entre los integrantes del programa, admite que en el último año, desde la producción, hay cierta intención de que se debata más. “No lo hacemos por el rating porque, de hecho, no creemos en Ibope –define–. Pero sí tenemos varios termómetros, si se quiere, como el Twitter, en donde vemos que al televidente le interesa la discusión. Me parece interesante que se discuta en un programa como 6,7,8”. En relación con los debates en televisión, Palma confiesa que de vez en cuando mira Intratables, el programa de América que viró hacia temas políticos. “Es atractivo el periodismo gritón, pero no me gusta como programa”.
Sobre María Julia Oliván, una de las panelistas de Intratables y quien en su momento fue conductora de 6,7,8, sostiene que no le gustó la actitud que tuvo cuando fue invitada al programa especial de la TV Pública donde alrededor de ochenta personas recordaron a Néstor Kirchner tras su fallecimiento. “Oliván dijo que los invitados estaban muy cómodos comiendo sanguchitos y que, apenas se encendió la cámara, realizaron una puesta en escena de poner cara de compungidos. Ella misma confesó luego la acción de haberse dirigido a la sala de maquillaje, algo que casi nadie hizo, porque nos importaba un carajo estar maquillados en ese momento”, dice Palma.
Por otro lado, se ríe cuando se le pregunta si es cierto que sus compañeros Orlando Barone y Sandra Russo cobran sueldos de 90 mil pesos –“!Es un disparate!”, dice– y asegura que existe una “injusta acusación cotidiana” a los que lo hacen. “O somos tantos o estamos cooptados por dinero. Yo siempre digo por qué no admiten, al menos, que podamos estar equivocados”. Y finaliza: “Por las amenazas de cierta corporación periodística, pareciera que no vamos a volver a trabajar cuando termine este gobierno”.
Fuente perfil.com

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