Acordaron trabajar para reponer a sus embajadores. Así, la Casa Blanca reconoce implícitamente a Maduro. Kerry, secretario de Estado, y Jaua, canciller venezolano, se reunieron ayer en una cumbre en Guatemala
Iba a ser un encuentro breve. Pero al final duró 40 minutos y, a la salida, el Secretario de Estado, John Kerry, anunció que habían acordado con su par venezolano, Elías Jaua, lareapertura de un diálogo entre EE.UU. y Venezuela al más alto nivel con el objetivo de, eventualmente, restablecer sus respectivos embajadores. Se trata de la prueba más concreta del nuevo pragmatismo con el que el Departamento de Estado ha decidido enfocar las relaciones entre Washington y nuestra región, incluyendo los países con los que tiene profundas diferencias como lo es Venezuela. Una de las propulsoras de este nuevo enfoque es, sin duda, la Subsecretaria de Estado para Asuntos Hemisféricos, Roberta Jacobson, que ha venido trabajando en un acercamiento con Venezuela desde noviembre del año pasado.
¿Fue el encuentro entre Kerry y Jaua un reconocimiento implícito estadounidense del gobierno de Nicolás Maduro?
Objetivamente lo es. Kerry podría haber rechazado la reunión con Jaua, que el gobierno venezolano pidió. Además, si ya conversan sobre la posibilidad de un nuevo embajador de Washington en Caracas, la pregunta es: ¿ante qué gobierno lo será?
En camino hacia Guatemala, un alto funcionario del Departamento de Estado que integró la delegación que acompañó a Kerry a la Asamblea Anual de la OEA evitó sentar posición al respecto. Dijo que no sabía bien lo que en este caso significa un reconocimiento. “Si eso significa pronunciarse sobre quién ganó en Venezuela, eso lo tienen que decidir los venezolanos”, dijo.
Durante la conferencia de prensa que dio en Antigua, Kerry explicó que habían estado de acuerdo con Jaua en que los dos países quieren“establecer las relaciones más positivas ” y que habían hablado de “establecer una agenda” de trabajo. Durante una entrevista con la cadena Telesur, Jaua dijo, por su parte, que el encuentro con Kerry fue “cordial” y “franco”. Confirmó que habían hablado sobre la posibilidad de que los embajadores de ambos países volvieran a Caracas y Washington, aunque fue más cauto que Kerry. “Hay toda la buena voluntad de hacerlo, creo que en el secretario Kerry hay toda la buena voluntad, pero mucho más allá de la buena voluntad a veces de un servidor público, por alto que sea el cargo que desempeñe, depende de muchos otros factores”. Anunció, además, que la Subsecretaria Jacobson y el encargado de negocios de Venezuela en Washington, Calixto Ortega, fueron designados para trabajar en una agenda de temas que luego será discutida entre altos funcionarios de ambos Gobiernos.
Kerry, a su vez, destacó la designación de Ortega y calificó como “un desarrollo muy positivo” la liberación, ayer mismo, de Timothy Tracy, un cineasta estadounidense que llevaba un mes y medio preso en Caracas, acusado de espionaje y conspiración.
Jacobson, quien siempre se describe como una eterna optimista, logró al final lo que viene buscando desde noviembre del año pasado cuando mantuvo una larga conversación telefónica con Maduro, en aquel entonces candidato a presidente. En enero, Maduro confirmó ese diálogo diciendo que el propio Hugo Chávez lo había autorizado. En marzo, sin embargo, en vísperas de las elecciones, Caracas terminó los contactos con Jacobson, a la que acusó de apoyar al opositor Henrique Capriles. “Queremos relaciones normales con Estados Unidos basadas en el respeto mutuo”, dijo Jaua en ese momento.
Pero eso no fue todo. Ese mismo mes, Venezuela expulsó a dos agregados militares de Washington y la Casa Blanca replicó echando a dos diplomáticos de Caracas. A partir de ese momento, la relación entre ambos países fue de mal en peor. Maduró llego a acusar al gobierno de EE.UU. de haberle inyectado el cáncer al ex presidente Chávez. También atribuyó a la Casa Blanca haber estadocomplotando para matar a Capriles y justificar un golpe de Estado.
Ayer, Jaua le entregó a Kerry un informe sobre los incidentes sucedidos en Venezuela tras las elecciones del 14 de abril, que dejaron 11 muertos y 80 heridos. Dijo que quería “alertar” a su colega de la actuación de “grupos antidemocráticos que amenazan la democracia venezolana”. Es difícil saber qué pasara de ahora en más. Pero sin duda el encuentro marca que hay una voluntad de acercamiento por ambas partes.
FUENTE DIARIO CLARIN
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