Jorge Capitanich le transmitió hace unos meses a la presidenta Cristina Kirchner su deseo de abandonar su cargo luego de la batalla contra los fondos buitre. El objetivo: volver al Chaco –donde está con uso de licencia como gobernador– para recuperar la provincia, sumergida en internas entre los peronistas que favorecerían un eventual triunfo radical en 2015. En ese momento, la respuesta de la jefa de Estado fue, según comentaron hombres cercanos a Capitanich, “dejate de embromar con el Chaco”. Sin embargo, la decisión del jefe de Gabinete es irse en diciembre. Habrá que ver si la Presidenta lo deja. Pero así se lo transmitió a senadores y funcionarios. Su imagen se desgasta por sus conferencias de prensa diarias, donde tiene que defender la gestión aunque en algunos temas no esté de acuerdo, y eso reduce sus chances de recuperar su provincia y posicionarse como un eventual candidato a la presidencia en 2015.
En Chaco hay varios que quieren suceder a Capitanich, que no tiene la posibilidad de ser reelegido. Para Coqui, la gestión de Juan Carlos Bacileff Ivanoff es muy cuestionada por la opinión pública y está dejando licuar el poder del peronismo, que sólo controla algunas regiones de la provincia. El delfín de Capitanich está entre Eduardo Aguilar, su ex ministro de Economía, y Domingo Peppo, su ex ministro de Gobierno, aunque hay otros anotados en la competencia.
Entre ellos, el hermano de Capitanich, Daniel. Este último es intendente de Campo Largo, pero no mide bien en las encuestas. Si se alza con una recuperación de la provincia –las elecciones son noventa días antes de las presidenciales–, Capitanich no abandona su sueño de ser candidato a presidente. Aunque ya perdió mucho tiempo, falta bastante para las PASO y para que su imagen se recupere como el que puso de nuevo de pie al Chaco. “Yendo a Resistencia, desbarata la estrategia radical, porque él hizo mucho en Chaco y tiene obras para inaugurar”, le confió a uno de sus colaboradores.
Al poco tiempo de asumir como jefe de Gabinete, Capitanich se reunió varias veces conMarcelo Tinelli para diseñar una nueva estrategia en Fútbol para Todos. Quería encomendarle el management artístico de la programación de los partidos. Las negociaciones estaban relativamente avanzadas hasta que la cúpula de La Cámpora volteó el acuerdo, disconforme con los cambios que quería introducir Tinelli, incluyendo el recambio de relatores y comentaristas. Cuando volvió con su show este año, el conductor empezó con las ironías contra Capitanich y se quejó al aire por las negociaciones frustadas.
Fuente perfil.com
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